

El diagnóstico de cáncer es un momento incierto para el paciente y el pronóstico de la enfermedad se basa normalmente en términos de probabilidades, por lo que convivir con el cáncer es convivir con la incertidumbre. Es un proceso largo con una serie de fases (pre-diagnóstica, aguda o diagnóstica, crónica o terminal) cada una con sus problemas y aspectos propios. Además, hay que tener en cuenta que durante el tratamiento se producen varios cambios físicos, emocionales, psicosociales y nutricionales que se deben conocer para intentar gestionarlos de la mejor manera posible.
Ejercicio. Es importante mantener las rutinas habituales y practicar algún tipo de ejercicio, en la medida de lo posible y siempre que no esté contraindicado. Mantenerse activo ayuda a minimizar los efectos secundarios del tratamiento y a recuperarse antes. Cuando se realiza una actividad física se tiene una mayor sensación de bienestar, se mantienen los músculos tonificados, la fatiga disminuye, aumenta el apetito, controla la tensión, disminuye el estreñimiento y ayuda a relajar la mente. Por otro lado, los ejercicios de fisioterapia son muy importantes tras la cirugía y cuando hay pérdida de masa muscular en las piernas. Es muy importante preguntar al médico qué nivel de actividad es el más adecuado.
Alcohol. Se desaconseja el consumo de alcohol, aunque no está prohibido.
Alimentación. No existe ninguna evidencia científica que desaconseje la ingesta de algún alimento. No hay ningún alimento prohibido, excepto en escasas ocasiones por interacciones con el fármaco. Comer lo que apetezca en pequeñas cantidades varias veces al día. Lo importante es mantener la masa proteica corporal y no perder mucho peso.
Recomendaciones Dietéticas Generales
- Realizar un mínimo de 4-5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.
- Realizar comidas de pequeño volumen, pero de alto valor nutricional.
- Seguir una alimentación equilibrada y variada, que incluya todos los grupos de alimentos.
- Seguir un horario lo más regular posible.
- Cocinar los alimentos de forma sencilla para facilitar la digestión y conservar todas sus vitaminas y minerales: al vapor, hervidos, al horno, en el microondas, al papillote, a la plancha a temperatura suave. Se pueden tomar guisos suaves preparados con verduras como el calabacín, las zanahorias, las cebollas.
- Se recomienda un consumo moderado de grasas, especialmente de los de origen animal. Consumir preferiblemente carnes magras o blancas (pollo, ternera magra, conejo) y pescado.
- Comer fruta varias veces al día, son ricas en vitaminas y minerales.
- Comer alimentos frescos, propios de cada estación.
- Beber un mínimo de 2 litros al día (agua, infusiones, caldos, zumos).
- Manipular los alimentos de forma higiénica: lavar las frutas y verduras antes de pelarlas, guardar los alimentos en la nevera bien tapados.
- No es aconsejable tomar bebidas alcohólicas ni excitantes.
- Comer de forma tranquila y masticar bien los alimentos.
Fármacos. La quimioterapia puede interaccionar con otros tratamientos, por lo que se debe informar al equipo de salud. Hay que prestar especial atención en aquellos pacientes que toman digoxina (medicamento para el tratamiento de enfermedades cardiacas), ya que puede interferir en la absorción de otros medicamentos. Los anticoagulantes orales (medicamentos para el tratamiento de enfermedades cardiacas) pueden incrementar la toxicidad o disminuir la eficacia de los medicamentos que se eliminan. Los antivirales (medicamentos para el tratamiento de la infección por el VIH) pueden interaccionar con algunos de los medicamentos de quimioterapia. También se han observado interacciones con los antiepilépticos.
Higiene personal. La mayoría de los tratamientos oncológicos producen alteraciones dermatológicas. Por ello, el cuidado de la piel durante el tratamiento es muy importante. Durante este periodo, la limpieza y la hidratación son básicas. La piel suele ser más sensible y vulnerable a las infecciones y de ahí la importancia de incorporar rutinas de higiene, hidratación y protección solar tanto corporal como facial. También es importante mantener una buena higiene de la boca para evitar la irritación o lesión de la mucosa Sueño. Es importante descansar entre 6-8 horas. No hay que preocuparse si durante el tratamiento de quimioterapia y el primer mes después de la intervención quirúrgica se duerme más, ya que el cuerpo está en un proceso estresante y, por tanto, puede necesitar más reposo del habitual. Se ha de tener en cuenta que la recuperación es más lenta en función de la edad del paciente.
Tabaco. Es muy importante abandonar el tabaco, ya que su consumo empeora los efectos secundarios de los tratamientos y la buena cicatrización de los tejidos, en caso de intervención quirúrgica, además de pérdida del apetito y disminución de la capacidad pulmonar.